La cita, en la que también hubo desgustación de caldo y empanadas, incrementó el volumen de ventas
Hay quien relaciona el número 13 con la mala suerte, pero en el caso de la Expogrelo de Abadín supo esquivar los posibles malos augurios. Así, en su decimotercera edición, celebrada este sábado en un concurrido recinto ferial de Gontán, se agotaron los grelos, tanto los que pusieron a la venta los productores locales como los que sirvieron para preparar la degustación de caldo gallego y distintos tipos de empanadas.
Así, la feria se abrió con un total de 1.324 manojos -cada uno de aproximadamente un kilo- puestos a la venta a un precio de un euro por casi una veintena de productores. Unos 900 se vendieron de forma directa en los expositores y el resto fueron adquiridos por un único comprador.
La sensación de que hubo más venta que años anteriores era prácticamente unánime entre los comerciantes. De hecho, algunos ya habían agotado las existencias en torno a una hora después de que se abrieran las puertas al público, tal y como le ocurrió a Isabel Seijo, que a las 10.30 horas ya había vendido los «máis de 60 quilos» que había llevado. «A esa hora quedábanme dúas madas e veu unha señora por elas e axiña que acabei, funme», relató entre risas.
Y es que la calidad del grelo de Abadín, incluido dentro de la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Grelo de Galicia, es un gran reclamo. «Es un producto que tiene tirón y también ayudó el día, que hizo buen tiempo. Pero la calidad del grelo de aquí está reconocida como de las mejores de Galicia», aseguró Andrés de la Fuente, presidente del consejo regulador de la IXP.
Además, sus posibilidades en la cocina son infinitas, más allá del caldo y como acompañamiento en el cocido, como se pudo ver en la gran variedad de empanadas que se ofrecieron: bacalao, carne, bonito, marisco, cocido, zorza o panceta tuvieron como complemento el grelo chairego.
La degustación fue también todo un éxito, como quedó patente al agotarse las mil jarras de barro en las que se repartían las raciones.
La feria se cerró con la entrega de premios por parte de las autoridades, entre las que se encontraban José Manuel Balseiro, Raquel Arias, Darío Campos o un buen número de alcaldes de la provincia. En el apartado de decoración, la ganadora fue Marisol Grandío, seguida de Verónica Bello, Aniceto Seijo y Esther Cruña. Además, todos los productores se llevaron otro galardón por su participación en esta cita.